Muchas veces, cuando nos hacen daño, cuando vemos, o conocemos personas en las que su maldad parece no tener limites extremos; no podemos evitar querer ser juiciosos. Es muy dificil muchas veces contener ese impulso, contenernos para no hacer o decir cosas inapropiadas.
Nos puede pasar como a Jonás en Jonas: 4-1.
«Pero Jonás se apesadumbro en extremo y se enojó»
Es incluso totalmente comprensile cuando tenemos sed de justicia que nos enojemos por ver como a otros los dañan, o nos dañan a nosotros sin razon o injustamente. Pero esto no nos debe hacer ser juiciosos con otros. Debemos siempre dejar ese papel y mando a Dios.
Porque, con todo, no somos nadie para juzgar a nadie. Y muchos con sus actos se auto retratan ante Dios, y el sabe bien que plan tiene para cada uno.
Muchas veces, una persona puede tener ciertas razones (aunque sean equívocas), para actuar como actua. Y solo necesita ver como Dios obra en su vida para empezar el cambio.
Todos tenemos el firme derecho de conocer a Dios y a sentir como obra en nuestras vidas. Aunque nosotros ya lo hallamos sentido y hallamos visto como el ha cambiado aspectos de nuestras vidas que antes no veiamos, debemos siempre comprender que hay mucha gente en penumbras esperando conocer a Dios y descubrir el plan que tiene para sus vidas.
Asi que es muy importante que los que somos cristianos tengamos siempre claro este mensaje, y actuemos conforme Dios quiere que lo hagamos. Nunca seamos juiciosos con los demas, aunque sus actos sean despreciables o sus comportamientos no sean conforme a Dios. En su lugar demostremos porque nosotros SOMOS CRISTIANOS. Porque amamos a Dios y porque nuestro camino se basa en el amor, la rectitud, la compasion y el perdon.
Y porque nuestro Dios es un DIOS VIVO, que vive en cada corazon que lo acepta lo ama y lo necesita siempre.
Les dejo este hermoso versiculo de la biblia:
16 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo
16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
(Filipenses 2 15-16)